martes, abril 28, 2009

La terrible duda...

Para variar, cuando menos tiempo tengo es cuando más me inspiro para escribir, para dibujar, para cocinar... en fin, lo que sea pero que no tiene nada que ver con lo que debería estar haciendo.

Debería estar leyendo, haciendo tareas y resúmenes... pero no, estoy acá escribiendo leseras. Y dibujando fosforines.

Últimamente he estado dándole vueltas a esto de elegir.
Frente a la mayor parte de las situaciones uno tiene al menos dos elecciones posibles, aunque muchas veces se nos simplifican las cosas gracias a que alguna de las opciones no es viable (sea por motivos éticos o logísticos), porque las circunstancias acotan las posibilidades en función de lograr objetivos más inmediatos y no tan a largo plazo, etc. Pero aunque no todas las opciones sean buenas, siempre tenemos alternativas.

Sé que tiendo a ser algo dura en este tipo de cosas, pero me molesta profundamente cuando la gente termina haciéndose víctima de las circunstancias: uno SIEMPRE puede elegir otra opción, no quiere decir que sea preferible, de hecho la mayor parte de las veces la gente efectivamente eligió LA opción aceptable, pero el punto no es que sea o no aceptable, es que ELIGIÓ. Una vez que uno elige, debe hacerse cargo de las consecuencias que trae consigo esa elección. Es lo maravilloso y aterrador que tiene la libertad.

Entonces llegamos a la GRAN pregunta ¿Qué hago?
Mi respuesta personal es "Lo mejor que puedas, y asume las consecuencias" Claramente frente a una misma situación la posible respuesta cambiará según la persona, su capacidad, las circunstancias, su madurez, su imaginación... hay tantos factores involucrados en eso que al final existen muchísimas posibilidades.

Hay gente que parece tener una mejor capacidad para elegir que el resto. No sé si será que efectivamente tienen una mejor capacidad de sopesar las distintas alternativas y sus posibles consecuencias, si tienen una receta mágica o simplemente tienen suerte.
En mi caso, creo que he cometido muchos errores en mi vida porque no tomo con suficiente calma las decisiones, tiendo a actuar en forma impulsiva. Sin embargo, me gusta cometer errores. Creo que uno aprende mucho más de los errores que de los logros. Entre que los errores nunca son tan terribles y que suelo tener buena suerte... o buena capacidad para adaptarme a distintas situaciones.

En fin. En el rato en que escribía esto pasaron varias cosas, y se me quitó buena parte de la inspiración.
Dejo un pensamiento/queja final. Detesto a la gente que lloriquea y no hace nada por mejorar su situación, me fastidia la gente que se hace la víctima. Gah.

Saludos a todos, espero que estén todos muy bien, felices y animados.

1 Comments:

At 10:56 p.m., Blogger JdotCOM dice:

Todo es una elección al fin de cuentas y como decía un viejo profe loco que tenia (era medio paranoico el pobre): "hasta la forma de hacer nada es una elección y nos dice más sobre ti que la misma elección de no hacer nada"

Bueno, a uno la verdad no le gusta admitirla, son pocos los que viven en total honestidad consigo mismo... Pero las cosas son así: Cada acción trae una consecuencia (o al menos un bug en caso de que la acción sea mal programada) pero uno no siempre se sienta a pensar en ellas (Sonará irresponsable, pero la vida seria aburrida si uno se dedicara a pensar en cada ocasión las consecuencias de ella).

¿Y que le queda a uno?

Aceptar lo bueno y lo malo de mis acciones ("a la suerte de la olla"), cosa que no siempre nos gusta (a todos les gusta apostar para ganar, pero a nadie para perder).

Eso por ahora pues estoy solo divagando mientras escucho "brit-pop" (no se que es culpa de que en todo caso XD).

Tito

 

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