lunes, enero 02, 2006

La familia - Relaciones de amor-odio inevitables-

La familia es una estructura curiosa... naces en una y generalmente mueres en una. Siempre habrá gente a tu alrededor que (aunque no sea tu familia "biológica") se preocupe por tí, que te cuide y que te quiera incondicionalmente... y tú sentirás lo mismo por ellos, aunque muchas veces sea difícil darse cuenta.

Las relaciones entre los seres humanos son complejas, sobre todo porque están plagadas de segundos intereses, de manipulaciones. Y no sólo de un lado... es de parte de todos los involucrados. Sé que esta visión de las cosas es bastante cínica y no poco pesimista, pero... al final son muy pocos quienes se involucran con otras personas sin obtener algún beneficio a cambio. Y de esos pocos, son los familiares. Son lazos que no se elige tener, pero sí fortalecerlos, debilitarlos o dejarlos estar. Pero la familia siempre está ahí. Te lleves mal o bien con ellos, siempre estarán, y no faltará quien te ayude en momentos de dificultad.

A veces pienso en mi propia familia (bastante amplia y achoclonada) como una gran mafia: los chismes corren increíblemente rápido, las peleas incluyen a toda la familia cercana (que en mi caso, contando a los niños pequeños, son 33 personas, sin incluir pololos) en que cada uno opina, reclama, apoya... se forman verdaderos bandos al interior del clan. Cada pelea, por lo tanto, trae más de una enemistad, ya que incluye también a todos los que "opinaron distinto" .Pero al final, siempre se termina con una sonrisa, un abrazo, un beso y un apretón de manos; y si bien hay perdón y una aparente reconciliación, queda la anéctdota que, dependiendo de la intensidad de la pelea y el corte de ésta, se trae a colación en encuentros futuros y que puede tanto causar risa como nuevas riñas.
En todas las familias, sea cual sea su origen socioeconómico, costumbres, nacionalidad existe invariablemente una "oveja negra", un miembro que por algún motivo no respeta las reglas de convivencia al interior del clan, no piensa igual al resto y es razón de conflicto dentro de la familia (aunque lo más común es que pone a todos en su contra). Es alguien que no necesariamente tiene a todos en su contra, pero de quien todos opinan que es "diferente" y que la familia "estaría mejor sin él/ella".
A veces la "oveja negra" causa un daño muy grande que lo/la hace merecedor(a) del odio del resto, o simplemente puede que sea diferente y que no cause más que molestias. Como sea, sigue siendo alguien escencial para los demás. Ante su mero recuerdo, todo desastre que hayan causado otros miembros de la familia se hace insignificante, y hace más fácil el perdón. Los problemas que ha generado sirven de chisme a la hora del café, cuando los demás temas de conversación se han agotado -y para qué hablar de las anécdotas que se le atribuyen, con las que no tiene nada que ver- y ya no quedaría si no comenzar una pelea.
De lo que he vivido y visto, uno necesita a su familia para tener a quien odiar en paz... gente que no elegiste tener cerca, si no que simplemente "pasó" (Salvo cuando eliges pareja). Tienes el destino como culpable, en lugar de tener que autoflagelarte por tu propia estupidez al acercarte a ellos. La familia es necesaria también por el asunto de la pertenencia... creo que cada uno necesita poder decir "yo soy uno de ellos, y somos distintos del resto" con algo... y la familia es eso. Un grupo de personas que se parecen a tí, pero no tanto como para ser viles clones. Tan parecidos que llegan a asustar, pero que te apoyan, ya que de cierta manera tienes la certeza de "no estar solo en el mundo".
Tanto el amor como el odio son sentimientos necesarios... pero idealmente el odio hay que mantenerlo bajo control.
Hay que catalizar las emociones. No es malo sentir resentimiento, no es malo "tenerle pica" a alguien, ni que te caiga mal. Los sentimientos son sentimientos, nada más. Lo malo o lo bueno es lo que haces a partir de lo que sientes, el sentimiento en sí no tiene un valor moral tampoco.

Además que el mundo no es blanco y negro... hay una infinita gama de grises, y aún más: hay colores. Las cosas no son buenas o malas. Son las dos, o a veces no son ninguna de ellas... cada cosa es independiente de otras y merece ser juzgada así, en forma individual. Cada una está rodeada de sus propias circunstancias, y con el tiempo (y las experiencias) la forma en que vemos las situaciones, las personas y los hechos cambia. Es inevitable que así sea, y en la mayor parte de los casos, es bueno.
Para algo tenemos conciencia, hagamos uso de ella.

Es tarde y estoy escribiendo muchas tonteras, así que mejor dejaré esto y me iré a dormir.

Felices sueños, y que la sabiduría los acompañe cada día de sus vidas

1 Comments:

At 9:57 p.m., Anonymous Anónimo dice:

Mi familia es extraña y como una mesa coja, hay trozos de este árbol que desconozco quienes son y trozos del árbol de una tonalidad casi totalmente distinta a la del otro. Desde ambos lados (tanto padre como madre) somos casi totalmente distintos, y más que otra cosa como un vinculo entre 2 lugares pero sin pertenecer ni a un lado ni al otro, un lado de campesinos sumamente amables y el otro de personas que siempre han vivido en la ciudad desconociendo sus orígenes sureños (y que de la amabilidad conocen poco)…

Al final mi familia verdadera somos 4 (Mis 2 padres y mi hermana), forjados a la vieja escuela (inclúyase golpes) y sin mucho conocimiento para hacerlo, pero con el ideal primario de salir adelante en las metas que te propongas, cuidar al que quieres y respetar al resto del mundo. Creo que seria una familia de estatus medio común y corriente, con sus peleas y sus felicidades que al final solo son recuerdos de hermosos momentos que algún día el destino nos permita volver a realizar…

Creo en el destino por la fuerza, pero también en que es forjado por Dios y por tu mano también, y que esas oportunidades siempre se deben agradecer.

 

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